top of page

Valor y precio de un maquillaje


¡Buenas tardes, gente!

Como podéis ver en el título, esta publicación va a tratar sobre un tema, digamos, más personal e incluso un poco tabú en este mundillo; el del maquillaje profesional, peluquería, estética... Yo, obviamente voy a hablar desde el punto de vista de maquilladora, pero pondría la mano en el fuego por que ocurre exactamente lo mismo en el resto de profesiones relacionadas con la belleza.

Como en todo negocio construido desde cero, para ser maquilladora se necesita tiempo, formación, trabajo, trabajo, trabajo, trabajo y dinero. Esto es así, se necesita de unos ahorros para hacer inversión inicial, y luego ya veremos si esa inversión se recupera más adelante.

Para mi, en lo primero que habría que invertir sería en formación, ya no sólo hacer un curso/módulo sobre maquillaje o que también toque temario sobre maquillaje como los módulos de estética, sino formación profesional muy concreta, como por ejemplo: cursos de perfeccionamiento de piel, cursos sobre correcciones, cursos de ahumados, cursos y más cursos que nos ayuden a perfeccionar nuestra técnica desde la base o desde nuestro nivel, quedándonos con la técnica que más nos sirva de diferentes maquilladores. En definitiva, ser una esponja humana.

Y todo esto, señores y señoras, ya es una inversión bestial, ya no sólo de dinero (que también) sino de tiempo. A mi lo que más rabia me daba, y me da, cuando estoy haciendo cursos para perfeccionar o me dedico por entero a una técnica, es el tiempo que dedico. Básicamente porque soy una mari-prisas y quiero tenerlo todo ya y hacerlo todo a la perfección ahora-mismo. Eso es imposible, sorry.

Resumiendo, un maquillador o maquilladora, para empezar a aprender, mínimo tiene que hacer una inversión en formación de 200 €, en el caso de que empiece por cursos monográficos, y de hasta 1000 y pico euros si en un curso/módulo de uno o dos años, sin contar los gastos de material.

Obviamente esto dependerá del formador o escuela dónde se forme, yo estoy poniendo toda la gama espectral de precios que nos podemos encontrar, y todavía me quedaré algunos fuera.

Ahora, nuestro gran amigo, el maletín de maquillaje. La de quebraderos de cabeza que nos puede dar algo que ocupa tan poco (esto es relativo) y, sobretodo, la inversión increíble que merece.

Porque ya no es sólo comprar productos y meterlo ahí para usarlo, es que a lo mejor el producto que compraste en realidad no te vale para lo que querías, o no te da el resultado que querías, y la inversión ya está hecha.

Crear un maletín de maquillaje para trabajar ya no es sólo el dinero que está en cada uno de los productos que se ven dentro, sino el que no está ahí y se tuvo que invertir para probar y encontrar el producto adecuado a base de ensayo y error. A parte, las maquilladoras tenemos esa horrible manía de buscar siempre lo mejor para nuestras clientas (nótese la bromi) y nunca paramos de investigar, aprender y seguir invirtiendo para sentirnos completamente a gusto con nuestro material de trabajo.

Esto lo comparo yo con cualquier trabajo, pongamos albañil o carpintero, si no te fías de tus herramientas o no te parecen realmente buenas... ¿Realmente harás a gusto tu trabajo? ¿Te saldrán los resultados que esperas? ¿El resultado será fiable? Pues eso.

Ahora, para hacer un caso práctico sobre lo que vengo hablando, voy a desnudar un poco la sección de mi maletín que más uso: piel y sombras. No todo, pero sí a lo que más recurro, porque como saque todo estamos aquí hasta mañanita.

Empecemos:

PIEL:

La base de maquillaje que uso en el 70% de los casos es Light Wonder de Charlotte Tilbury. Es una base con una cobertura mínima pero modulable, que aporta muchísima luz a la piel y que además aguanta genial el paso de las horas.

Precio: 42€

En el caso de que me encuentre con una piel más grasa, que tiene dificultad para que la base le dure o para que no le salgan brillos, recurro a la base de maquillaje Lock-it de Kat Von D. Tiene una textura mucho más densa y más cobertura. A veces la mezclo con la anterior para las zonas centrales del rostro (la famosa zona T).

Precio: 35€

Ahora, pasamos a darle dimensión al rostro, es una de mis partes favoritas. Para ello prácticamente siempre, por no decir siempre, utilizo primero productos en crema para luego sellarlos con su producto hermano en polvo.

Para el contorno, utilizo una paleta maravillosa de Kevin Aucoin que tuve que comprar a una web americana porque en España no se vende. La paleta se llama The Contour Book Vol. II.

Precio: 50€

Después, para añadir calidez al rostro, utilizo los polvos de sol más famosos, y con razón, que además tienen un olor a cacao que tanto mis clientas y yo agradecemos (no todo es funcionalidad, también es algo sensorial). Estos polvos de sol son los Chocolate Soleil de Too Faced.

Precio: 30€

OJOS.

Sigo hablando SÓLO de los productos a los que más caña les doy, esta vez para maquillar los ojos.

Las paletas que más utilizo son la Warm Spectrum de Zoeva, con una pigmentación increíble y unas sombras muy, muy fáciles de trabajar; también uso mucho la Naked Smokey de Urban Decay, cuyas sombras son una pasada y con un pigmento que dura muchísimo en el párpado; y, por último, para maquillajes más suaves o para utilizar tonos de transición y difuminado, la tercera paleta que más utilizo es la Chocolate Bar de Too Faced (también huele a cacao).

Precio total de estas tres paletas: 36€+ 52€+45€= 133 €. Toma castaña. Qué dolor.

Para hacer el resto del maquillaje también utilizo productos a los que recurro siempre porque me encantan y que pago gustosamente, pero tampoco es cuestión de sacar la factura de cada compra, no es ese el motivo de este post.

El motivo de este post, es hablar claro y alto de que, aunque nos encante nuestro trabajo y hagamos muchas cosas por amor al arte, hay muchíiiiiisima inversión detrás. Y, ojo, hablo también de nuestro tiempo como inversión.

Un plus añadido, es que en el caso de que estemos dados de alta como maquilladores freelance, como yo, además tenemos que rendirle cuentas a nuestra señora la Seguridad Social cada mes y a su amiga Hacienda cada tres meses (hola, segunda trimestrall).

Por todo esto, y por mucho más que no pongo pero que sí está ahí, me gustaría muchísimo que cuando contratéis o pidáis presupuesto a maquilladores profesionales para que os pongan bellísimos en cualquier evento o celebración, no penséis que ese dinero que os piden es el que nos llevamos en bruto, que no es sólo que tengamos tal o tal marca, sino que nuestra técnica también ha llevado un esfuerzo y es realmente lo que os lleváis vosotros.

Seguiré en mi iliada de hacer ver a la gente lo maravillosa pero también lo trabajosa y seria que es la profesión de maquillador. Espero que este post os haya abierto un poco los ojos y os haya gustado al mismo tiempo. Si alguna compañera del gremio lo lee y le gusta, por favor que me deje un comentario para que choquemos las brochas como símbolo de fraternidad.

Un beso enorme y hasta la próxima, que no tardará, por cierto.

PD: desde aquí quiero dar las gracias a todas mis clientas maravillosas que no sólo valoran mi trabajo, sino que me tratan tanto a nivel profesional como personal como una amiga más. Sois mi motor, gracias.

#maquilladoraprofesional #emprender #precios #kitdetrabajo #formación #personal #blog #blogger #MartaMininoMakeup

208 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo